viernes, febrero 12, 2010

talvez una conversacion con él.


Mirá... La “cosa” es que a la gente le gusta intoxicarse con migo pero un ratito, es como la primer borrachera, están ansiosos por tenerme, conocerme, y una vez que me han padecido solo vomitan, y cuando me ven les da mareos, sin embargo se llevan lindos recuerdos, se acuerdan de los tontos que se pusieron, lo irracionales y alegres.

En parte me gusta, es como, que se yo, una sensación de que soy un estupefaciente, soy tan verborragica a veces y otra puedo pasarme una hora callada sonriendo o no, y esto a la gente le agrada, no se por que, pero tampoco puede uno ir por la vida siendo tan nociva y generando vómitos, y agradable y asquerosa a la vez.
Se sienten bien con ellos mismos, y yo sonrió amistosa o irónicamente, depende como me hayan caído, pero sonrío, y eso les basta…

 por ejemplo, el otro día fui a un café literario en una biblioteca, de esos que van cinco pelagatos y sirven café fuerte, con los pequeños bocaditos demasiados dulce, que si no me equivoco se llaman amarettis. 
En la mesa:
                 El gallego, la griega, un Sergio que baila tango, Carolina (sabrán quien es si investigan más abajo en este blog, ha publicado cosas) uno con rastras y en la punta el gran hombre que explicaba sobre los pueblos originarios,(el criollismo en una mesita no mas, que increíble, “somos un crisol de razas” argentina). El de la punta hablaba demasiado y sabía poco, o lo que sabía no valía, pero ese es otro tema. Carolina y Sergio se fueron a la cocina de la biblioteca  y de a ratos se asomaban a mirarme y se reían. Empezaron los gestos intentando comunicarnos disimuladamente, y entonces escucho mi celular, oh e recibido un mensaje, y el celular se encontraba lejos, y mi principio de vagancia no me dejaba ir a verlo, entonces esperé a que viniera caro y de paso me lo alcanzara, esto sucedió a los diez minutos, la expresión de caro al darme el celular fue rara, y cuando leo, un "gggpppttt" seguido de un chiflidito entre los dientes ( que es como suenan las risas aguantadas) me sale de lo más hondo de mi conciensa, con la mano intento volver a meter el "gggpppttt" en mi boca pero tuve que levantarme decir perdón y correr hacia al baño a estupefacción del gallego y a indignación del sabio sentado en la punta que no paraba de hablar de los mapuches y los onas y los blablabla.

Luego de eso supuse que me odiarían, pero no, todos estaban contentos de que estuviera allí, haciendo gansadas, obviamente, luego les agarraría el vomito pero  al recordar mi "gggpppttt"  realmente se alegraban de que este allí haciéndolos reír sin intención, sin voluntad, y eso es lindo, reírse de los de más y que ellos se rían de vos, una gastada mutua que no se mal interpreta ni se vuelve rencor, una tomada de pelo burda y necesaria una puteada bien puesta y aceptada y reconocida. ¡QUE HIJA DE RE MIL PUTA! Y risotadas.

"nos relacionamos por que necesitamos los huevos" diría Woody Allen en la película Annie Hall

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